El Área Desconocida es un blog dedicado a la investigación y publicación de temas relacionados con las ciencias y los fenómenos paranormales, entre otros, con una misión en común: dar todas las hipótesis posibles de cada temática para que sea el lector el que tenga la última palabra...

Los misterios Mayas: ¿Que pasara en el 2012?

Sin lugar a dudas, los Mayas fueron una de las civilizaciones más extraordinarias de todos los tiempos. Y nos dejaron un legado aun incalculable en importancia, del cual lamentablemente poco y nada se sabe, por la falta de "traductores". Por esto y mucho mas, los invito los invito a conocer sus mas grandes misterios.

Un afán los hacía totalmente distintos a todas las demás: rendían un fervoroso culto a lo que nos resulta imperceptible, tal como el paso del tiempo, la energía de la mente y la conciencia, el movimiento de lejanísimos planetas y estrellas, y adoraban a un dios sin imagen, Hunab Ku. Conectados a toda hora con lo que resultaba autentico, con lo que no pasa de moda, etc. Incluso el lugar donde habrían partido, nos es inhallable a nuestros sentidos. Solo nos quedan vestigios en la inmensidad de la selva y un par de interpretaciones, las cuales varían a través del tiempo, y la cultura que la cuenta. A lo largo de este texto ahondare en sus misterios, y en dar mi opinión sobre el campo de las profecías.
LAS SIETE PROFECÍAS MAYAS
PRIMERA PROFECÍA: Establece que nuestro mundo entrara en una etapa de grandes cambios, marcando el año 2012 como fecha de término del gran ciclo de 5125 años iniciado en el 3113 A. C. El sistema solar recibirá un rayo sincronizador del centro de la galaxia, que pondrá fin al materialismo. Antes de esa fecha, el hombre deberá decidir entre desaparecer, o evolucionar hacia una nueva era de integración con el universo. SEGUNDA PROFECÍA: Señala el eclipse de sol del 11 de agosto de 1999 como un momento clave, en que la alineación en cruz cósmica con centro en la tierra de casi todos los planetas acelerara el proceso de transformación de nuestro mundo. Revela que si la mayoría de los hombres se sincroniza con la naturaleza, evitaran los siguientes vaticinios. TERCERA PROFECÍA: Sostiene que una ola de calor aumentara la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos y sociales de importancia. La razón que produciría esto era para ellos por la falta de sincronía con la naturaleza, y los manejos antiecológicos. CUARTA PROFECÍA: Indica que el aumento de la temperatura del planeta hará posible el derretimiento de los polos. QUINTA PROFECÍA: Los sistemas organizadores de nuestra sociedad sufrirán un caos, llegando a dejarse de lado el dinero como medio de intercambio. Según ellos, la economía del hombre está basada en principios de agresión, incompatibles con el nuevo tiempo que llega. SEXTA PROFECÍA: Advierte sobre la posibilidad que un cometa ponga en peligro la existencia de la humanidad. Para los mayas, los cometas eran disparadores de cambios: Los consideraban potentes generadores de transformación, permitiendo la evolución de la conciencia colectiva. SEPTIMA PROFECÍA: Indica la posibilidad del nacimiento de una nueva conciencia. En los 13 años que van desde 1999 hasta el 2012, todos los seres humanos tendrán la posibilidad de romper sus limitaciones, accediendo a una armónica manera de entender la vida en sociedad y comprendiendo la realidad más allá de sus sentidos.
EL MÍTICO AÑO 2012
Por definición, la profecía resulta un don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina hechos que resultan distantes en el tiempo. Si bien la palabra “profecía”, deriva de profetua, término griego que significa “predecir”, una notable diferencia se establece entre dichos concepto. La predicción es más bien una actitud, capaz de ser realizada por cualquier persona; empero, solo los profetas profetizan, y a través de una virtud divina. Cuando los sacerdotes mayas crearon hace milenios su propia cuenta del tiempo, hablaban del fin de los tiempos se produciría en el año 2012. Y si analizamos en la actualidad, encontrándonos a 6 años de dicho intervalo de tiempo, podemos ya asegurar que gran percepción acusaron tener, ya que el presente es un momento de convergencia extraordinaria. Sin duda, al punto que un cambio en el libreto en la forma de percibir y tratar al mundo, se vuelve más que nunca, necesario. Y que mejor que el campo profético diseñado por una de las civilizaciones más admirables de la historia humana, para darnos una imperdible alternativa de reflexión. Sin embargo, hay algo innegable en torno a quien quiera adentrarse en el mundo de las profecías: el hecho de tener que abordarlas sin obsesiones, con la mayor objetividad que podamos, y entendiendo que después de todo, teniendo la predisposición de combatir tanto la rigidez mental, como lo establecido como inamovible, somos aun participes casi directos en lo venidero. Asimismo, tomándola siempre como una realidad no estrenada, pero posible. A esta altura, resulta demasiado latente una pregunta existencial: ¿Cómo es posible que profetizaran los hechos que sucederían a miles de años de su apogeo, y ubicados en este lapso de tiempo, nos demos cuenta de que al fin y al cabo, de no darse en el 2012 el cambio definitivo, se dará en momentos colaterales no muy dispersos? La respuesta no es simple, y quizás, no tenga explicación. Pero todo posee y brinda una base de hipótesis donde uno puede guiarse. Un ejemplo muy sencillo, explicaría el funcionamiento del vaticinio circular. Si un ser de otro planeta visitase la tierra, vería que luego de determinadas horas de luz, le sigue un lapso casi igual de oscuridad. Al notar que conforme a esa manifestación, la pauta se da siempre de la misma manera, es altamente posible que predijera los momentos antecesores al amanecer y atardecer. De alguna manera, más o menos similar, los mayas vaticinaron con un mecanismo similar los hechos que volverían a acontecer, pero con la diferencia de que utilizaron para tal objetivo medidas de tiempo gigantes, medidas en miles de años. Resulta asimismo apodíctico aducir que para tal “viaje al futuro”, es necesario un grado de compresión del tiempo muy profundo y abarcativo, únicamente al alcance de conciencias muy evolucionadas. Aunque mi posición meramente investigativa en torno a los fenómenos paranormales y las ciencias, siempre fue abierta a todas las posibilidades y probabilidades que el destino puede plantearnos, y que tengo de amiga a una persona que cree fervientemente en este campo, y me ha trasmitido en parte su percepción, admito que el campo de la profecía como anticipativo exacto de un acontecimiento a futuro, nunca me fue de sumo interés. No porque ignore trayectorias y análisis del mismo, sino mas bien porque las considero algo mucho más importante y sorprendente que el hecho de tomarla como más bien un “ultimátum”, del cual ni siquiera a costas de nuestra voluntad, escaparíamos. Creo que la profecía es ni más ni menos que una advertencia de peligros que, dados desde el pasado, y en torno a una época determinada, nos permite poder evolucionar, y sumirnos en preguntas. Y con eso logra algo mágico, ya que si dicho vaticinio adquiere la importancia de ser tomado en cuenta, y luego de eso, quien, encontrándose en la época previa a lo que “sucederá” (en este caso, a años del mítico 2012), logra cambia el rumbo de los hechos, conseguirá terminar ese objetivo. Es por esto que resulta útil tomar a esta anticipación como enlace para abrir nuestra conciencia, no para inmovilizarnos torpemente. En síntesis, lo que logro pensando de esta manera, es darme cuenta antes de que venga el año 2012, que esta cultura excepcional, duplico su objetivo. Conseguir con su extraordinaria percepción, vaticinar en el tiempo un momento conflictivo para la humanidad, y luego, a costas de lograr sorprender con el transcurso de los años con sus templos y exactos cálculos de distancias, trayectorias y ubicaciones estelares, hacer que la civilización que deberá vivir esos momentos previos, expanda su conciencia, y logre evadir un mal designio. Eso si, somos un eslabón definitivo en dicha “conexión”. Debemos de hacer de una vez por todas, que el mundo se una, y que las catástrofes, sean cada vez menos frecuentes. Algo resulta curioso en todo esto. Los que invadieron aquella cultura, y destruyeron tantos manuscritos que serian de vital importancia, representarían en estos momentos a todos los que hacen de la guerra y la contaminación, una realidad cotidiana de estos días. Los mayas en sí, son la palabra de los tiempos que prometió dar batalla con sus conocimientos, no respondiendo a las ineptitudes de los que los atacaron sin sentido, y haciéndose sentir por miles de años sin cesar. Y todos lo que queremos un mundo en paz, somos los que le debemos de dar la victoria a quien por merecimiento y sabiduría, hace miles de años la merece: al imperio MAYA. Solo el avenimiento del tiempo tiene la última palabra. Mientras tanto no nos dediquemos meramente a ser espectadores de lujo: aun se puede cambiar las cosas. Y que quede claro algo. Esta cultura no desapareció nunca: aun esta dentro de nosotros… Cidofe…

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